Sorprendente eficacia de la Acupuntura y la Fitoterapia en la diabetes y las úlceras diabéticas

En las últimas dos décadas el número de diabéticos ha pasado de 30 a ¡230 millones! calculándose que en el 2025 se llegará a los 400 millones. Así lo aseveró en el 2007 al menos Anne Marie Felton siendo vicepresidenta de la Federación Internacionalde Diabetes (IDF) y presidenta de la Federación de Enfermos Europeos de Diabetes quien recordaría que “cada diez segundos muere una persona en el mundo a causa de la diabetes y a otras dos se les diagnostica la enfermedad”. Se trata pues de una auténtica pandemia que no sólo preocupa porque la enfermedad en sí misma va mermando paulatina y progresivamente la salud del que la padece sino por sus graves secuelas en cuanto a microangiopatía -enfermedad de los pequeños vasos o capilares (la retinopatía diabética estaría dentro de esta dednición)- y macroangiopatía (enfermedad de los grandes vasos, arterias y venas) que da lugar a problemas coronarios -la angina de pecho es con frecuencia indolora en los pacientes diabéticos y de ahí que la mortalidad por infarto entre ellos sea tan elevada-, accidentes vasculares cerebrales por trombosis y claudicación y gangrenas de los vasos distales. Afecciones que sufren con frecuencia los diabéticos poniendo de manifiesto que se trata de un problema que deteriora notablemente el organismo.

La Medicina Tradicional China, considera el organismo una unidad indivisible en la que todos los órganos y sistemas están relacionados y comunicados entre sí. Físicamente a nivel bioquímico pero también energéticamente mediante unos canales que se conocen como meridianos cuya misión es proporcionar energía a todo el cuerpo para así mantenerlo en equilibrio.

Agregaremos para quien no conozca este aspecto que en el cuerpo a cada órgano le corresponde un meridiano que lleva su nombre. Por eso se habla de doce meridianos principales y ocho extraordinarios. Pues bien, para la Medicina Tradicional China la enfermedad se manifiesta cuando se bloquea total o parcialmente alguno de los vórtices o meridianos y, consecuentemente, se produce una alteración en el órgano correspondiente. Lo que inevitablemente termina afectando a otro u otros en un claro “efecto dominó”. Claro que la enfermedad también puede manifestarse por vía inversa; es decir, que un órgano resulte afectado y ello lleve a la alteración del meridiano.

Obviamente nos estamos refiriendo a lo que los médicos llaman patologías crónicas ya que las agudas suelen deberse a traumatismos, intoxicaciones, radiaciones, microbios, etc.; en suma, causas de tipo exógeno.

LA DIABETES EN LA ANTIGUA CHINA

Los documentos más antiguos sobre diabetes de la Medicina Tradicional China datan de la dinastía Zhan Guo (403 – 222 a.C) cuya obra más representativa fue la llamada Nei Jing que a su vez comprende los libros Su Wen y Ling Shu. En ellos se menciona la enfermedad en catorce capítulos diferentes en los que se describen los síntomas, la etiología, los principios terapéuticos, los tratamientos y las precauciones a tener en cuenta para la curación de esta enfermedad que fue llamada Xiao Dan (calor extremo) y “la enfermedad de los tres excesos y una insudciencia”. Expresión ésta que se redere en cuanto a los excesos a lo que hoy los médicos llaman poliuria -producción y excreción de gran cantidad de orina-, polifagia -excesivo y patológico deseo de comer- y polidipsia -necesidad de beber con frecuencia y abundantemente- y en cuanto a la insudciencia a la pérdida de peso progresivo y alarmante de la persona que la padecía. También señala esta obra que la orina de estos pacientes destacaba por su sabor dulce (glucosuria).

Ahora bien, para la Medicina Tradicional China hay tres tipos distintos de diabetes cuya etiología viene determinada por la alteración de un órgano concreto y en la que, a su vez, destaca un síntoma especídco. Y así, cuando el órgano que inicialmente se altera es el riñón el primer síntoma es la poliuria; cuando se trata del bazo-páncreas (en la Medicina Tradicional China estos dos órganos se consideran un conjunto inseparable) la polifagia y cuando el pulmón es el responsable la polidipsia. En suma, en un caso se trataría de un órgano (el riñón) de la parte inferior del cuerpo –para los chinos Jiao inferior-, en otro de la zona media (bazo-páncreas) –por lo que lo llaman Jiao medio- y el tercero de la zona superior (el pulmón) –y de ahí que lo designen como Jiao superior-. Por eso en la Medicina Tradicional China se habla de los tres tipos de diabetes como “diabetes del Jiao inferior, medio o superior”.

LA UTILIDAD DE LA ACUPUNTURA

Llegados a este punto debemos decir que la Acupuntura es la técnica terapéutica más utilizada por la Medicina Tradicional China y, concretamente para esta patología, la más efectiva. Este método terapéutico tiene como principio esencial la capacidad de reactivar los sujos de energía –que los chinos llaman Qi– de los meridianos logrando así que llegue hasta los órganos afectados. Porque cuando eso ocurre y el órgano se recupera el cuerpo empieza a controlar mejor los niveles de azúcar en sangre (glucemia) y la calidad de vida del diabético mejora progresivamente. Y todo ello termina haciendo posible la llegada de hemoglobina a las úlceras oxigenando los tejidos periféricos dañados hasta llegar, dnalmente, a la úlcera. Tal es el principio de curación de las mismas.

Es muy importante en todo caso entender que en cuanto la hemoglobina comienza su trabajo nutritivo los tejidos necrosados empezarán a ser expulsados del organismo y habrá una segregación fétida de sangre muy oscura con líquidos sanguino-purulentos, proceso que continuará hasta que la sangre sea de color rojo intenso, momento a partir del cual la úlcera empezará a cicatrizar. Es pues fundamental dejar que todos esos desechos salgan del organismo aunque resulte desagradable ya que de lo contrario podrían pasar al torrente sanguíneo y provocar una infección séptica que podría poner en peligro la vida del paciente. De hecho es fundamental por eso que se controle periódica y frecuentemente el estado de la sangre a través de hemogramas que puedan descartar una posible infección así como recomendar al paciente que se tome la temperatura al menos dos veces al día para veridcar que no hay indicio de febrícula que pueda advertir de una posible infección.

Debo decir que he atendido a muchos pacientes diabéticos cuyas úlceras habían sido tratadas -entre otras medicinas- con hemostáticos -medicamento que se utiliza para detener una hemorragia- cuando a mi juicio esa praxis impide que el proceso natural de curación pueda realizarse. Es como tapar una fosa séptica y dejar toda la materia putrefacta dentro en vez de limpiarla a fondo para que no genere más bacterias.

Debemos agregar que toda persona enferma debe proceder siempre a desintoxicar su organismo. Es básico y primordial ante cualquier patología y la diabetes no es una excepción. Y de ello la Medicina Tradicional China también se ocupa utilizando preferentemente una alimentación adecuada, zumoterapia, dtoterapia, hidroterapias de colon y acupuntura. Además de seguir una dieta adecuada como luego explicaremos ya que en el caso de los diabéticos es algo fundamental.

Evidentemente también suele ser oportuno hacer un drenaje natural de las heridas controlando su asepsia con dtoterapia. Los chinos saben desde hace milenios que hay numerosas plantas adecuadas para el tratamiento tópico de las úlceras gracias a sus propiedades antimicrobianas, antisépticas, antiinsamatorias y cicatrizantes entre las que destaca una: la Lagasca o Sideritis angustifolia, más comúnmente conocida como Rabo de gato.

En cuanto al tratamiento dtoterapéutico de carácter etiológico dependerá del síndrome que manideste el enfermo para proponer una u otra prescripción. Como ya se explicó anteriormente la Medicina Tradicional China considera la existencia de tres tipos de diabetes por lo que no existe una prescripción genérica -a diferencia de la medicina occidental- y consecuentemente para cada una se recomiendan unas u otra plantas. De ahí que resulte primordial y muy importante un buen diagnóstico sobre el tipo de diabetes que padece el paciente tanto etiológica como sintomatológicamente para determinar qué tipo de dtoterapia hay que aplicar en uso interno y tópico.

Reportaje a Florentina Martínez García por en D Salud Publicado en Septiembre 2009, Revista D Salud, número 119. (Nota abreviada)